Desde el 1 de enero de 2016, está permitido adquirir una matrícula personalizada en la República Checa. Esta matrícula debe tener tres caracteres separados por la validación técnica de otros cinco caracteres. Deben ser letras y números indistintamente, pero debe tener al menos uno de cada.
Aunque debía haberse comenzado su uso el día 1 de enero, realmente su uso continuado comenzó el día 6 de enero. Como curiosidad, estas matrículas carecen desde el primer momento de la pegatina de emisiones de color verde que solía situarse bajo la pegatina roja de la inspección técnica.